I was riddled with insecurities for much of my life. At work, if my boss asked to see me, I’d worry that I’d done something wrong. At church, I constantly compared myself with others who I thought were more spiritual or successful.
At home, if my husband was abrupt, I’d think that he didn’t love me. After social gatherings, I’d worry that I’d said the wrong thing and go home beating myself up for not keeping my mouth shut. All this went on without me really being aware of my issues.
When I met new people, I felt I had to prove my worth by sharing some achievement or pretending to be someone I wasn’t. When I stepped out into something new, I needed to hear people’s approval. Without validation, I didn’t feel good enough.
1. Spot The Symptoms
Insecurity is awful and it is exhausting so we usually seek reassurance to make the uncertainty go away. We end up developing habits to satisfy our need for reassurance. If you’re feeling small, you may seek a compliment or try to impress someone.
The call from within is, “Recognise my talent, or, tell me that I’m enough.” After someone has said that you did a good job, all is well. That is, until the feelings of inadequacy build again and you seek reassurance once more.
But just as a rash is a symptom of an allergy or sickness, insecurity is a symptom that you have unhealed hurts. Until you ask the Lord to deal with the underlying issues in your heart, you will battle with insecurity.
2. Deal With The Issues
Maybe rejection you suffered years ago has made you feel that you’re not good enough. Perhaps being raised by parents who only affirmed you when you succeeded has made you believe you need to achieve in order to earn love.
Perhaps put downs by teachers or friends made you feel inferior. It could be that a trauma you suffered in childhood or adult life crushed your confidence. Insecurity is just a symptom that you have pain pain inside.
As the Lord healed my heart of buried childhood hurts, one by one my insecurities dropped off. The more I was restored, the easier I found it to believe God’s word that I really was ‘fearfully and wonderfully made’. Getting healed creates security. It makes life better.
You Can Be Free
If you struggle with any insecurity, ask the Lord to shine His light into your heart and reveal buried pain. When He shows you hidden hurts, talk to Him about your pain and ask Him to heal your heart. It’s a journey, so any time you see an insecurity, ask God to heal the root.
If you can relate to any of this and want to get insecurity out of your life, I invite you to join our 5 week zoom course Overcoming Insecurity. God will do a deep work in your heart and life. It’s not to late to join! I am excited for your journey to security.
Durante gran parte de mi vida estuve plagada de inseguridades. En el trabajo, si mi jefe me pedía verme, me preocupaba haber hecho algo mal. En la iglesia, me comparaba constantemente con otras personas que creía que eran más espirituales o exitosas.
En casa, si mi marido era brusco, pensaba que no me amaba. Después de las reuniones sociales, me preocupaba haber dicho algo incorrecto y me iba a casa castigándome por no haber mantenido la boca cerrada. Todo esto sucedía sin que yo fuera realmente consciente de mis problemas.
Cuando conocía a gente nueva, sentía que tenía que demostrar mi valía compartiendo algún logro o fingiendo ser alguien que no era. Cuando emprendía algo nuevo, necesitaba escuchar la aprobación de la gente. Sin validación, no me sentía lo suficientemente buena.
1. Detecta los Síntomas
La inseguridad es terrible y agotadora, por lo que generalmente buscamos tranquilidad para hacer que la incertidumbre desaparezca. Terminamos desarrollando hábitos para satisfacer nuestra necesidad de seguridad. Si te sientes pequeño, puedes buscar un cumplido o tratar de impresionar a alguien.
El llamado desde dentro es: “Reconoce mi talento o dime que soy suficiente”. Después de que alguien te ha dicho que hiciste un buen trabajo, todo está bien. Es decir, hasta que los sentimientos de incompetencia se acumulan nuevamente y buscas seguridad una vez más.
Pero así como un sarpullido es un síntoma de una alergia o enfermedad, la inseguridad es un síntoma de que tienes heridas sin sanar. Hasta que le pidas al Señor que se ocupe de los problemas subyacentes en tu corazón, lucharás con la inseguridad.
2. Afronta los Problemas
Tal vez el rechazo que sufriste hace años te haya hecho sentir que no eres lo suficientemente bueno. Tal vez haber sido criado por padres que solo te afirmaban cuando tenías éxito te haya hecho creer que necesitas lograr algo para ganar amor.
Tal vez el menosprecio de maestros o amigos te haya hecho sentir inferior. Podría ser que un trauma que sufriste en la infancia o la vida adulta haya aplastado tu confianza. La inseguridad es solo un síntoma de que tienes dolor en tu interior.
A medida que el Señor sanaba mi corazón de las heridas de la infancia enterradas, una a una mis inseguridades fueron desapareciendo. Cuanto más me restauraba, más fácil me resultaba creer en la palabra de Dios de que realmente fui “creado de manera asombrosa y maravillosa”. Ser sanado crea seguridad. Hace que la vida sea mejor.
Puedes Ser Libre
Si luchas con alguna inseguridad, pídele al Señor que ilumine tu corazón y revele el dolor enterrado. Cuando te muestre heridas ocultas, háblale sobre tu dolor y pídele que sane tu corazón. Es un viaje, así que cada vez que veas una inseguridad, pídele a Dios que sane la raíz.
Si te sientes identificado con algo de esto y quieres eliminar la inseguridad de tu vida, te invito a unirte a nuestro curso de Zoom de 5 semanas “Overcoming Insecurity” (“Superando la Inseguridad”). Dios hará un trabajo profundo en tu corazón y en tu vida. ¡No es demasiado tarde para unirte! Estoy emocionada por tu viaje hacia la seguridad.