When God stops what He is doing to tell us a story, we need to take note. Well, in the middle of a long list of genealogies, the Lord paused to describe a special man.
1 Chronicles 4:9-10 reads, “Jabez was more honorable than his brothers, and his mother called his name Jabez, saying, “Because I bore him in pain.” Jabez called on the God of Israel saying:
“Oh that You would bless me indeed & enlarge my territory, that Your hand would be with me, that You would keep me from evil, that I may not cause pain!” So God granted him what he requested.”
Born In Pain
Jabez was born in pain, in fact his name means ‘he causes sorrow’. At a time in history when everyone knew the meaning of their names, Jabez had the stigma of a label that must have been very off putting to potential friends.
Maybe you were born into pain. Perhaps you have gone through seasons of unrelenting pressure. There are 2 traits that set Jabez apart, even though the odds were against him. We can learn from his example.
1. Mindset
Despite great difficulty, Jabez prayed like victor, not a victim! He didn’t tell the Lord how hard his life had been. He didn’t talk about all the obstacles he had to overcome, he prayed with faith and determination:
He said, “Oh that You would bless me indeed & enlarge my territory, that Your hand would be with me…” (1 Chron 4:10). It’s like he made a choice, and you and I can make that same decision.
Say with me right now, “I won’t allow my upbringing to define me. I won’t allow my circumstances to control me. Despite tragedy and trauma, I still expect the best – because God is good and I am His child. I am not a victim!”
2. Motives
Jabez’s prayer didn’t stop there. He continued, “… that You would keep me from evil, that I may not cause pain!” Some translations say: “that I may not be pained” but the word he used means ‘to pain’.
Jabez was saying: It Stops With Me. He did not want anyone else to be hurt as a result of his life. He desired to be a blessing to others, to carry goodness wherever he went. God answered his prayer and called him honorable.
A Powerful Prayer
Years ago, I asked the Lord to transform me into the woman my husband deserved. Hidden issues that had dogged me for years caused me to hurt the one person who had really showed me unconditional love.
I now realize that I was asking the Lord to do for me what He did for Jabez. God heard that prayer and started a deep work in my heart and life. God instructs us to prioritize our hearts because our hearts determine how we live.
One of the most powerful prayers we can pray is: “Lord transform me to such an extent that I don’t hurt anyone.” If we get healed of the buried pain that make us prickly, and become more like Him, our worlds will be better places.
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Cuándo Dios te detiene en lo que estás haciendo para contarte una historia, necesitamos tomar nota. En medio de un lista de genealogías, el señor hace una pausa para describir a un hombre.
1 crónicas 4:9 — 10 lee, “Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó Jabel, diciendo: Por cuanto lo di a luz en dolor. E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo:
¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.”
Nacido en dolor
Nació en dolor, su nombre significa “el que me causa pena.“ En ese punto de la historia cuando todos sabían el significado de los nombres, Jabes tenía una etiqueta que lo marcaba para que fuera potencialmente molestado por sus amigos.
Quizás usted nació en medio del dolor. Quizá usted ha pasado por una estación de mucha presión. Hay dos puntos importantes que separan a Jabes, aunque todo estaba en contra suya. Y podemos aprender de este ejemplo.
A pesar de la dificultad, Jabes oro como un victorioso, no como una víctima!El no le dijo al señor de el tiempo difícil que estaba viviendo en su vida. Él no le habló acerca de losobstáculos que tenía que sobrepasar, el oro con fe y determinación:
El dijo, “Diga conmigo ahora, “no le voy a permitir que la manera en que me criaron me defina. No le voy a permitir a las circunstancias que me controlen. A pesar de la tragedia y el trauma, voy a esperar lo mejor, porque Dios es bueno y yo soy su hijo. Yo no soy una victima!”
La oración de Jabez no paro ahí. El continuo, “… qué me protejas del mal, y que no me cause dolor!” Algunas traducciones dicen: “que no me cause heridas” pero la palabra que se usa es “herir.”
Jabes estaba diciendo: esto para conmigo. Él no quería que nadie más experimentará dolor como resultado de su vida. El deseaba ser una bendición para otros, cargar bondad donde quiera que el iva. Dios contestó su oración llamándole honorable.
Una poderosa oración.
Años atrás, le pedí al Dios que me transformara en la mujer que mi esposo merecía. Los problemas ocultos que yo había estado enterrando por años me causaron que yo hiriera a la persona a la cual yo quería mostrarle amor incondicional.
Ahora me doy cuenta que el señor me estaba pidiendo que hiciera lo que hizo Jabes. Dios escuchó esa oración y empezó a hacer un trabajo profundo en mi vida. Dios me instruyó a darle prioridad a nuestros corazones porque nuestros corazones determinan cómo vamos a vivir.
Una de las oraciones más poderosas que puedes hacer: “señor transfórmame a tal grado que ya yo no pueda herir a nadie más.” Si nosotros somos sanados de dolor enterrado esto nos hace parecernos más a él. Nuestro mundo se va a tornar en algo mejor.
