Is This Invisible Force Driving Your Life? | ¿ESTA FUERZA INEVITABLE IMPULSA SU VIDA?

By 26th August 2023 Uncategorised

Insecurity drives people. Let me explain… Maybe you were put down by a parent or humiliated by teachers. But you know you are capable, so the need to prove yourself pushes you to go the extra mile.

We develop different habits to satisfy our need for recognition or reassurance. You know when you’re starting to feel inadequate and so you do something or prime someone to give you your ‘hit’ for the day.

The call from within is, “Recognize my talent, admire my success, or show me respect.” After someone has told you that you are doing good, all is well. That is, until the need builds again and you seek the fix of applause or reassurance once more.

But these patterns of behavior block destinies and hold back God’s promises. Insecurity can be a huge issue among leaders in every sphere of society.

INSECURITY IN CHURCH

Church leaders are far from immune. We can become reliant on the support of our people, or find it hard to make decisions that might upset the congregation.

After some leaders left our church, insecurity tried to knock at my door again. I felt uncomfortable if anyone asked to speak to me, especially if they wanted to raise a concern.

We have always encouraged feedback from our church family. It’s a great way to find out what we are doing well and what we could do differently to meet people’s needs. But in this season, I was not handling suggestions well. I went to God in prayer.

ROCK SOLID

The Lord reminded me that it is His job, not mine, to build His church. He took me back to Jesus. One day the Lord was teaching a crowd of His followers and got into some difficult doctrinal matters: “Unless you eat the flesh of the Son of Man and drink His blood, you have no life in you…”

Well, His ‘church’ members were not impressed: “From that time, many of His disciples went back and walked with Him no more.” John 6:66. They left. All except the twelve. And what did Jesus do? Did He panic, rushing around pleading with the few remaining followers to stay?

No. Jesus was secure. The size of His congregation did not affect His self-esteem. It did not alter the value He placed on His ministry or His significance in the kingdom. He was at perfect peace.

BACK TO BASICS

The example of Jesus pierced my heart. I gave God my concerns and told Him, “I don’t mind who leaves or who stays! This is Your church and it’s Your job to build it. I seek Your approval alone. I don’t mind what anybody else thinks.”

If you have been rocked by the actions of the people around you, go back to God. Ask Him to heal your heart while you deliberately move your attention back to Him. Becoming secure is a journey, but it is so very liberating.

If you want to realize your dreams, I would love to help. As part of my mentoring network, you will receive bite-sized videos each week to help you grow into your God-given purpose. The testimonies from past mentees are amazing. We start in September. It would be wonderful to have you. Check it out here.

 

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La inseguridad impulsa a la gente. Permítame explicarle… Tal vez usted fue menospreciado por sus padres o humillado por sus maestros. Pero sabe que es capaz, por lo que la necesidad de demostrar su valía le empuja a hacer un esfuerzo adicional.

Desarrollamos diferentes hábitos para satisfacer nuestra necesidad de reconocimiento o afirmación. Sabe cuándo empieza a sentirse inadecuado y entonces hace algo o guía a alguien para que le dé su dosis diaria.

El deseo desde adentro es: “Reconoce mi talento, admira mi éxito o muéstrame respeto”. Después de que alguien le haya dicho que lo está haciendo bien, todo estará bien. Es decir, hasta que la necesidad vuelva a surgir y usted busque la solución del aplauso y/o la afirmación una vez más.

Pero estos patrones de comportamiento bloquean los destinos y frenan las promesas de Dios. La inseguridad puede ser un gran problema entre los líderes de todos los ámbitos de la sociedad.

INSEGURIDAD EN LA IGLESIA

Los líderes de la iglesia están lejos de ser inmunes. Podemos volvernos dependientes del apoyo de nuestra gente o encontrar difícil tomar decisiones que puedan alterar a la congregación.

Después de que algunos líderes abandonaron nuestra iglesia, la inseguridad intentó tocar a mi puerta nuevamente. Me sentía incómoda si alguien pedía hablar conmigo, especialmente si querían plantear una inquietud.

Siempre hemos alentado los comentarios de nuestra familia de la iglesia. Es una excelente manera de descubrir qué estamos haciendo bien y qué podríamos hacer de manera diferente para satisfacer las necesidades de las personas. Pero en esta temporada no estaba manejando bien las sugerencias. Fui a Dios en oración.

ROCA SÓLIDA

El Señor me recordó que es Su trabajo, no el mío, construir Su iglesia. Me llevó de regreso a Jesús. Un día, el Señor estaba enseñando a una multitud de Sus seguidores y se metió en algunos asuntos doctrinales difíciles: “Si no coméis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis Su sangre, no tenéis vida en vosotros…”

Bueno, los miembros de Su “iglesia” no quedaron impresionados: “Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él”. Juan 6:66. Se fueron. Todos menos los doce. ¿Y qué hizo Jesús? ¿Entró en pánico y corrió de un lado a otro suplicando a los pocos seguidores que quedaban que se quedaran?

No. Jesús estaba seguro. El tamaño de su congregación no afectó su autoestima. No alteró el valor que Él le dio a Su ministerio o Su importancia en el reino. Estaba en perfecta paz.

VOLVER A LO BÁSICO

El ejemplo de Jesús traspasó mi corazón. Le entregué a Dios mis preocupaciones y le dije: “¡No me importa quién se va o quién se queda! Esta es Tu iglesia y es Tu trabajo construirla. Sólo busco Tu aprobación. No me importa lo que piensen los demás”.

Si ha sido sacudido por las acciones de las personas que le rodean, regrese a Dios. Pídale que sane su corazón mientras deliberadamente dirige su atención a Él. Volverse seguro es una jornada, pero es muy liberador.

Si quiere realizar sus sueños, me encantaría ayudarlo. Como parte de mi red de mentores, recibirá videos breves cada semana para ayudarlo a crecer hacia el propósito que Dios le ha dado. Los testimonios de antiguos aprendices son sorprendentes. Empezamos en septiembre. Sería maravilloso que se una a nosotros. Compruébelo aquí.

 

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Cuando se rompe la confianza, puede ser devastador.  Nos deja tambaleándonos con decepción y sintiéndonos desilusionados.  Puede sacudir nuestra visión de amigos, familiares, líderes e incluso iglesias.Si uno o dos maestros nos engañan, con demasiada facilidad desconfiamos de los educadores en general.  Si un compañero de oración lo decepciona, puede terminar sospechando de todos los cristianos.

TRAICIÓN

La traición es posiblemente la peor tipo de confianza rota.   Es cuando somos abandonados por alguien en quien creíamos.  Es una violación de la confianza y muchas veces implica deslealtad.
Cambia nuestra visión de las personas y del mundo que nos rodea.  Cuando somos traicionados, la incredulidad absoluta rompe algo en el interior.  Nos hace querer retirarnos y construir muros para protegernos.

Hace muchos años, algunos líderes en los que confiábamos casi dividen nuestra iglesia.  Mi esposo Paul y yo estábamos devastados.  Cuando el polvo se asentó semanas después, Paul me preguntó cómo estaba. Recuerdo claramente mi respuesta:
“Siento que me han llevado al frente de nuestra iglesia, me han despojado de mi dignidad y me han hecho desfilar en la plataforma frente a la gente”.  Así es como se puede sentir la traición.

INEVITABLE
La incómoda verdad es que todos experimentaremos el dolor de la traición en algún momento u otro.  De hecho, Jesús advirtió que es inevitable:
“Ahora el hermano entregará al hermano… y el padre a su hijo; y los hijos se levantarán contra los padres…” Marcos 13:12

No sé por lo que usted ha pasado o quién lo ha defraudado.  Sé que probablemente haya experimentado una pérdida de confianza en su vida.  Y puede haber afectado la forma en que se relaciona con las personas.
El enemigo quiere que nos volvamos cautelosos como resultado de las dificultades de la vida.  Dios quiere que crezcamos más como Él.  Entonces, ¿cómo podemos salir del otro lado mejor y no amargados?

1. DERRAMAR EL DOLOR
La traición duele. Por eso necesitamos al Sanador.  Aprendamos a acudir a Dios con nuestras heridas en cuanto sucedan.

Después de compartir mi dolor con mi esposo, llegué a la presencia del Señor y le dije que me dolía.  Lloré en Su presencia mientras Él liberaba Su amor sanador.  Dejé mi cuarto de oración renovada.  El camino por delante no iba a ser fácil, pero estaba lista para servir de nuevo.

2. CONFIAR (EN DIOS) OTRA VEZ
Una y otra vez en los salmos, vemos a David declarando al Señor:  “En Ti confío”.  Cuando la gente lo abandonó y sus co-líderes lo defraudaron, sanó su corazón y luego eligió confiar en Dios nuevamente.

La confianza es una elección.  Debemos aprender del pasado pero es mejor crecer en sabiduría que en cautela.  Una vez que su corazón haya sanado, le animo a declarar: “¡Señor, en Ti confío!”  Cuando confiamos en Dios, podemos elegir confiar en los demás, con la certeza de que nuestras vidas están en Sus manos.

Si lo han decepcionado personas en las que confiaba, le animo a que se una a nuestro nuevo curso “Handling Betrayal” (“Tratando Con la Traición”).  Vamos a emprender un camino hacia la sanación y la libertad.  Cuando lleguemos al otro lado, se sentirá confiado y libre.  Tendrá las herramientas para tomar decisiones acertadas.

 

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